Asosur exige controles estrictos en plantas de YPFB tras incidente de combustible
La entidad reclama solución urgente para la disposición del combustible defectuoso y la implementación de controles de calidad en todas las plantas.

Un camión cisterna sale de una planta de YPFB.
Imagen: Archivo La Razón
Ante las denuncias de transportistas y usuarios finales sobre la calidad del diésel despachado desde la Planta Senkata el jueves, la Asociación Nacional de Comercializadores Privados de Hidrocarburos (Asosur) pidió más control al combustible de las plantas de Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB).
La entidad enfatizó en la necesidad de que se tomen medidas inmediatas para solucionar la situación del combustible defectuoso que aún se encuentra en los tanques de almacenamiento de algunas estaciones.
A través de un comunicado, Asosur hizo un llamado a las autoridades del sector, instándolas a que «realicen los controles de calidad en todas las plantas de YPFB a nivel nacional para que cumplan con las especificaciones técnicas de calidad establecidos en la normativa».
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Asosur
Además, aclaró que las estaciones de servicio afectadas no son responsables del combustible irregular, ya que adquirieron el producto de un único proveedor, YPFB, y recordó que el Ministerio Público continúa investigando el caso para determinar las responsabilidades correspondientes.
Asimismo, la entidad hizo un llamado a la colaboración de los organismos de control y a que se agilice la disposición final del combustible irregular, con el fin de minimizar las interrupciones en el abastecimiento a nivel nacional.
El incidente en Senkata provocó protestas y generó inquietud entre los transportistas, quienes denunciaron que se les vendió aceite, información que YPFB confirmó, pues 14 cisternas distribuyeron biodiésel, sin las condiciones necesarias.
Por ello, Asosur considera que un mayor control permitirá proteger a los usuarios y sus vehículos, pues un combustible en mal estado podría arruinar los motores y otras funciones.
La estatal petrolera, por su parte, se comprometió a resarcir económicamente no solo a los motorizados dañados, sino también a las estaciones de servicio que así lo requieran.
Actualmente, existe un clima de tensión entre YPFB y Asosur, debido a acusaciones mutuas por la distribución de combustibles. La estatal denuncia ocultamiento y especulación, mientras que los surtidores protestan una reducción en la cantidad de carburantes que reciben.