Tras incidente en Cochabamba, BoA reconoce la necesidad de renovar hasta cinco aeronaves
El gerente de la aerolínea estatal afirmó que la operación fue más reducida en las últimas semanas para preservar la calidad del servicio.

Un avión de la estatal Boliviana de Aviación. Foto: Archivo
Imagen: Archivo La Razón
Luego del incidente en el despegue de un avión de Boliviana de Aviación (BoA) el lunes en Cochabamba, en el que se evacuó a 144 personas por una falla en el motor, el gerente de la estatal, Ronald Casso, reconoció que se deben renovar hasta cinco aeronaves.
“Sí, hay aviones que tienen que ser cambiados. Este año tenemos que cambiar por lo menos tres o hasta cinco aviones si es posible. Ése es un trabajo que debemos hacerlo de inmediato; tenemos un precontrato ya firmado con una firma extranjera para proveernos tres aviones e ir devolviendo otros tantos”, afirmó este martes en entrevista con RTP.
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BoA
Casso señaló que BoA, que maneja el 90% de las actividades de transporte aéreo de pasajeros en el país, cuenta con un total de 22 aeronaves. El gerente dijo que le gustaría que esa cantidad sea mayor para poder brindar un servicio más amplio, con más horarios y con más frecuencia de salidas.
Sin embargo, explicó que a raíz de la pandemia de COVID-19, el mercado de fabricación de aeronaves a nivel mundial cayó, lo que provocó que los pocos aviones disponibles actualmente tengan un costo bastante elevado.
“En el mundo hay una carencia de aeronaves (…); las aerolíneas hemos tenido que limitar nuestro crecimiento”, lamentó.
Respecto a la falla del motor del lunes, Casso afirmó que el avión entrará en mantenimiento por un lapso de varios meses, por lo que la estatal contará con una aeronave menos.
Seguridad
Además, el gerente se refirió al momento complicado que atraviesa BoA, debido a que en las semanas anteriores se encontraba en el centro de las críticas por las demoras en sus vuelos.
Casso explicó que, en algunos casos, esto corresponde a un tema de seguridad para no observar incidentes como el del aeropuerto Jorge Wilstermann.
“Tenemos la seguridad como primer punto a ser aplicado en nuestras decisiones y muchas veces tenemos que demorar algún que otro vuelo porque tenemos que verificar algún componente del avión”, justificó.
Por ello, en las últimas semanas, BoA tuvo que ajustar su itinerario, operando de manera más reducida, “en función de preservar la calidad del servicio”.
El gerente señaló que estos hechos “son momentos que nos obligan a reflexionar” y aseguró que se trabajará en las investigaciones para esclarecer las causas de la falla del motor del avión para evitar que estos incidentes se repitan.