Privados rechazan intentos de desestabilización y piden preservar la institucionalidad democrática
Mediante un comunicado, la CEPB manifestó su preocupación por la "reaparición de prácticas autoritarias y violentas en algunos miembros de las Fuerzas Armadas".
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Luego de la intentona golpista, este jueves la policía resguarda el Palacio Quemado. Foto: APG
La Confederación de Empresarios Privados de Bolivia (CEPB) manifestó este jueves su preocupación por la reaparición de “prácticas autoritarias y violentas en algunos miembros de las Fuerzas Armadas” y rechaza cualquier acción que busque la desestabilización del Gobierno.
Asimismo, pidieron preservar, ante todo, “la institucionalidad democrática, a encontrar la solución de sus diferencias a través del diálogo”.
Tras la intentona de golpe de estado del miércoles en La Paz, los empresarios privados hicieron conocer su preocupación y aseguraron que la democracia; la institucionalidad y el respeto a los principios constitucionales deben mantenerse por encima de cualquier otro interés u objetivo; y “que su defensa firme y permanente deben ser la primera obligación de todos los bolivianos”.
“Expresamos nuestra profunda preocupación por la reaparición de prácticas autoritarias y violentas que evidencian la pérdida de respeto y la desobediencia a las leyes; en algunos miembros de las Fuerzas Armadas, cuyas acciones para subvertir al orden constitucional merecen la censura pública y la máxima sanción judicial”, se lee en un comunicado.
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Desestabilización
Asimismo, rechaza cualquier acción directa o indirecta que pretenda la desestabilización del Gobierno elegido democráticamente y que busque afectar ilegalmente el normal ejercicio de su mandato.
En esa línea, exhortaron “a los sectores políticos, que tienen la responsabilidad de velar por la institucionalidad democrática; a encontrar la solución de sus diferencias a través del diálogo; el respeto mutuo y la priorización de la estabilidad social y económica; la protección de los derechos y garantías ciudadanas, y el orden constitucional”, complementa el documento.
La tarde del miércoles, un grupo de militares “tomó” por más de tres horas la plaza Murillo e intentó hacer lo propio con el Palacio Quemado. La intentona golpista fue impulsada por el comandante de Ejército Juan José Zúñiga, quien horas más tarde fue aprehendido.