Las 3 claves de la inflación más baja del mundo
Además, Bolivia sorprende con su triunfo sobre el COVID-19 y su nivel de crecimiento.

Foto: Franklin Blanco
Bolivia es noticia mundial. Su estabilidad económica, la reactivación y el crecimiento luego de la pandemia y, sobre todo, el control de la inflación, llaman la atención de los organismos internacionales justo cuando una nueva crisis afecta al mundo.
Mientras en otros países, de la inflación están pasando a la “estanflación”, es decir, estancamiento más inflación, como consecuencia directa de las secuelas de la pandemia y la guerra en Ucrania, en Bolivia, al contrario, hay crecimiento con baja inflación y redistribución de los recursos.
“Estamos hablando de inflación controlada, crecimiento con redistribución y justicia social”, dijo la viceministra de Pensiones y Servicios Financieros, Ivette Espinoza, en entrevista con Piedra, papel y tinta de La Razón Plus.
Por su lado, pero esta vez en La Razón Radio, el presidente de la Comisión de Economía de la Cámara de Diputados, Omar Yujra, afirmó que la inflación controlada no es producto de la casualidad, pero sí de las medidas oportunas que aplicó el Gobierno y del plan económico y social.
En este contexto, explicó que la baja inflación responde a tres factores clave: la subvenciones a los hidrocarburos y a algunas materias primas y alimentos, la intervención oportuna de Emapa en algunos conflictos en el mercado, y la estabilidad y fortalecimiento de la moneda nacional.

“Todo en el marco del modelo económico, que ha demostrado que es eficiente tanto en época de crisis como de bonanza, tanto en tiempos de precios altos como de precios bajos”, afirmó.
Igualmente, el ministro de Economía, Marcelo Montenegro, señaló que, al priorizar el mercado interno y la inversión pública, el modelo económico está demostrando que Bolivia puede hacer frente a la feroz coyuntura externa como la guerra en Ucrania.
“No es casualidad que el Banco Mundial destaque el desempeño de nuestra economía y el control de la inflación”, dijo.
Aseguró que si las cosas en el mundo se complican, por la guerra en Ucrania y por otros factores, Bolivia estará en condiciones de dar pelea por la fortaleza que está demostrando la economía.
Yujra explicó que la inflación sube en otros países no solo por la falta de alimentos y la guerra en Ucrania, sino también por las medidas que están asumiendo sus gobiernos y que son ‘la receta típica de años anteriores’. Es decir, ‘están devaluando su moneda, otros suben las tasas de interés, en fin, y en vez de ayudar a controlar la situación, están aumentando las presiones sobre la inflación que, ahora, se juntó con el estancamiento”, dijo.
En cambio, en Bolivia, se trabaja en fortalecer la moneda local y a la fecha el 90% de las transacciones bancarias se realizan en bolivianos. Igualmente, destacó la sostenibilidad en el tipo de cambio y afirmó que es una de las mejores medidas que aplica el país.
“A otros países que aplican la medida de devaluar su moneda les está yendo muy mal. Cuanto más devalúan, más inflación tienen”, afirmó.
En la misma línea, la viceministra Espinoza explicó que no es cierto que la devaluación de la moneda es la única forma de apoyar, por ejemplo, a los exportadores y que hay muchas otras formas de incentivo.
Descartó que el país aplique una devaluación del boliviano, “pues no es necesario, más bien es prioridad mantener su estabilidad”. Yujra, por otro lado, explicó que son valiosas las intervenciones del Estado en algunos problemas concretos del mercado, por ejemplo, cuando faltó harina para el pan, Emapa jugó un rol importante para mantener el abastecimiento y por ende los precios. “Si sube el pan, sube todo, por eso logramos mantener el precio con una subvención”.
Lo mismo ocurrió con otros productos como la comida para el ganado y la producción avícola.
Pero, sin duda, ‘las subvenciones más importantes son las que se realizan a los carburantes’, pues esta medida permite dar estabilidad a los precios en los mercados.

‘Recetas bolivianas’ para una economía en crecimiento
Junto al control de la inflación, el manejo de la economía también es destacado por los organismos internacionales, pues es una de las que más rápido se recuperó del golpe recibido de la pandemia.
Bolivia terminó el año 2020 con un -9% de crecimiento en su economía, producto del COVID-19, pero también de una administración deficiente del gobierno transitorio de Jeanine Áñez, hoy detenida en la cárcel de Miraflores acusada de varios delitos antes y durante su gestión.
Sin embargo, ya con el actual Gobierno, logró salir de la crisis en 2021 con un 6% de crecimiento. Y hasta el primer trimestre de este 2022 la cifra es de 4%. “Es fruto de nuestro modelo económico que nos permite una fuerte inversión pública por el lado de la demanda y también de la oferta, por el consumo, pero también por el lado productivo”, dijo la viceministra de Pensiones y Servicios Financieros, Ivette Espinoza, en entrevista con Piedra, papel y tinta de La Razón Plus.
El diputado del MAS y presidente de la Comisión de Economía de la Cámara Baja, Omar Yujra, explicó en otra entrevista con La Razón Radio que por el lado de la demanda interna se entregó a la población un bono y otros beneficios, y por el lado de la oferta se apoyó a los productores con incentivos.
En este sentido, la inversión pública y la demanda interna se han convertido en la palanca que comenzó a mover la economía, “un ejemplo que ahora están imitando otros países”, dijo el diputado Yujra.
En este contexto, el vicepresidente del Banco Mundial para América Latina, Carlos Felipe Jaramillo, destacó la estabilidad y el crecimiento de la economía del país y calificó de ‘fascinante’ el control de la inflación.
