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Saturday 18 Jan 2025 | Actualizado a 13:11 PM

La mutación histórica del racismo

No es que de la raza se siga el racismo, sino, al revés, es el racismo —son los racistas— los que inventan las razas

Fernando Molina

/ 5 de enero de 2025 / 06:04

La conciencia sobre la diversidad de la humanidad ha evolucionado desde una antropología moderna, que pretendía reducirla a una sola escala clasificatoria, con el “hombre civilizado” arriba y todos los demás tipos humanos (los cuales entonces comenzaban a “descubrirse”) en diferentes posiciones de inferioridad (Michele Duchet), hasta una antropología posmoderna, que ha desestimado tal clasificación unilateral y, en cambio, se contenta con reflejar la diversidad humana (que, entretanto, se ha hecho más compleja por las mezclas poblacionales y los procesos de aculturación, así como, inversamente, por la revalorización de las culturas y pueblos “originarios”).

Lea también: La fundación del racismo ‘anticolla’

El arco entre estas dos antropologías va del siglo XVIII a nuestros días, aunque la clasificación jerárquica del ser humano que sistematizó la Ilustración había existido desde, al menos, dos milenios antes. Como se sabe, ya Aristóteles había creado una escala humana que justificaba la esclavitud de los “bárbaros” por la supuesta superioridad natural de los griegos. Este filósofo elaboró, también, la que se convertiría en una de las principales teorías racistas sobre las diferencias entre los seres humanos: la teoría climática, según la cual los habitantes de los países más calientes son menos aptos (Ibram Kendi).

La evolución que se ha producido desde una antropología dogmática que establece lo que los seres humanos “deben ser” hasta una antropología pluralista que condena la imposición externa de las identidades constituye el escenario histórico y la condición de posibilidad de la transformación de los discursos racistas, que también han pasado de un dogmatismo de índole pseudocientífica a la pluralidad de las “tradiciones de la convivencia” y los mecanismos “individuales” de ascenso social.

Según expresaron Étienne Balibar y Jacques Derrida en sendas conferencias (“TRaces”) el racismo tiene una naturaleza “plástica” que le ha permitido mutar a través de, y en respuesta a, los cambios sociales de los últimos siglos. Se trata de un “fenómeno metonímico”, en el que se combina y se salta de lo biológico a su negación, de lo político a lo anti político, de lo presente a lo presentido. Derrida afirmaba que el racismo se refiere a un “algo más” inasible, la raza, que el racista puede “oler y ver”, pero que no puede definir, una vez que la concepción genetista de esta ha perdido “todo contenido”. Esta “huella”, esta “realidad espectral” que es la raza convierte al racismo en una paradoja: por un lado, es un “speach-act”, un acto de habla, es decir, un fenómeno producido por el lenguaje; por el otro, es “speach-less”, indecible, ya que está asociado a una realidad que carece de un estatuto de realidad. 

Derrida señala que esta asociación entre racismo y raza tiene una orientación opuesta a la que habitualmente se le atribuye. No es que de la raza se siga el racismo, sino, al revés, es el racismo —son los racistas— los que inventan las razas. El racismo viene primero y por eso ha podido sobrevivir al hundimiento del estatuto de realidad del concepto de raza, que dependía de la biología. Es decir, ha sobrevivido a la negativa de la ciencia de aceptar un contenido tal que pueda caber dentro de este concepto y ha sobrevivido al rechazo casi universal a la diferenciación biológica y genética de los seres humanos.

Pero, en ese caso, ¿qué es el racismo? La respuesta de Derrida es que simplemente no lo sabemos. Los racistas solo “huelen” la raza, sin poder definirla. Los filósofos solo intuyen al racismo, saben que existe, saben que tiene efectos políticos y estatales, pero tampoco pueden caracterizarlo más que por su carácter ambiguo y contradictorio, a la vez discursivo y “speach-less”.

Esto no tiene mucho sentido, así que busquemos en otro lado. Comparto la tesis de Stuart Hall de que “raza” es un “concepto maestro” en los sistemas de clasificación de las diferencias humanas. A lo largo del proceso evolutivo de la antropología que hemos aludido, este concepto ha dejado de ser científico, como se pretendía al inicio de la modernidad, para volverse puramente sociológico y cultural. En la conferencia citada, Balibar describe este paso como el “giro copernicano” de los estudios sobre las identidades humanas, que el filósofo francés considera el tema supremo de las ciencias sociales. Tras este giro, ya en ninguna parte la raza constituye un constructo científico, es decir, biológico. Hall nos advierte, sin embargo, que eso no le quita materialidad a las diferencias de los seres humanos que solían ser designadas con ese concepto y que siguen estableciendo clasificaciones y jerarquías sociales, así como explicando otras diferencias y antagonismos presentes en una sociedad.

La justificación discursiva de estas diferencias (corporales y culturales) ha cambiado y con esto, han cambiado también la simbolización del racismo, pero este no ha desaparecido. Esto solo ocurriría en una sociedad en la que las diferencias aludidas ya no sirvieran como elementos de clasificación social.

Hall hace notar que varios teóricos anti-biológicos deben de todas maneras hacer referencia a determinados fenotipos (el color de piel, el tipo de pelo, etc.) de la población. Es difícil dejar de lado la “huella biológica” porque es la que ha servido para la clasificación de las identidades y sigue estando asociada a ellas en nuestra percepción. Hall nos alerta contra la ingenuidad de pensar que, desaparecido el sustrato biológico de la raza, establecido que esta es un constructo ideológico, entonces las diferencias dejan, por obra de esta racionalización, de servir para clasificar a los seres humanos. Eso no quiere decir, en Hall, que estas diferencias y sus efectos dejen de ser prácticas discursivas.

(*) Fernando Molina es periodista

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Brasil: la daga verde-amarilla

/ 18 de enero de 2025 / 06:00

Recordando que el 8 de enero de 2023, una importante masa humana de partidarios del expresidente Jair Bolsonaro, luciendo camisetas verde-amarillas irrumpieron en Brasilia, ocupando los tres palacios sede de los poderes del Estado, en lo que aparentó ser un golpe contra el flamante presidente Luiz Ignacio Lula da Silva, el New York Times comenta el informe de 884 páginas elaborado por la Policía Federal brasilera acerca de las investigaciones realizadas en estos dos últimos años sobre esos hechos. Sorprende en ese documento la meticulosidad de los planes que tenían los subversores para conseguir sus nefandos objetivos. Aquellos incluían el asesinato de Lula, de su vicepresidente Geraldo Alckmin y del juez Alexandre de Moraes. Un total de 37 personas figuran indiciadas en la pesquisa, incluyendo al propio Bolsonaro que, a la sazón, se hallaba exilado en la Florida. Las averiguaciones fueron facilitadas por cuanto a los complotados se les ocupó un documento titulado “La daga verde-amarilla” en alusión a la bandera nacional. Allí se detallaba el armamento requerido para la misión: una ametralladora, lanza-granadas, un lanza-roquetes, todo para asegurar al 100% el éxito. Sin embargo, se anotaba que como alternativa —en caso dado— se contemplaba el envenenamiento de Lula. También, en el plan se revela que un decreto, oportunamente aprobado, suspendería los poderes de la Corte Nacional Electoral, posibilitando que Bolsonaro retome el cetro presidencial. ¿Pero… qué falló? Al parecer, si bien el comandante de la Marina estaba firme, sus homólogos del Ejército y de la Fuerza Aérea se retractaron a último momento. La imputación a Bolsonaro dice textualmente que él “planificó, actúo y estuvo directamente al tanto de las acciones de esa organización criminal decidida a cometer un golpe de Estado para eliminar la democracia”. Aunque el implicado niega esos cargos, su condena estaría próxima.

Los hechos antes descritos en el autorizado rotativo americano, llaman la atención por la analogía con el asalto al Capitolio, protagonizado por seguidores de Donald J. Trump, el 6 de enero de 2021, cuyos cabecillas fueron juzgados y condenados, lo mismo que el propio Trump acusado de instigar esa asonada. No escapa a la memoria tampoco la admiración que el brasilero sentía por su mentor americano, al extremo de hacerse llamar “el Trump tropical”.

El análisis del Times termina haciendo alusión a que desde 1889 ocurrieron en Brasil nueve intentos de golpes militares, de los cuales cinco fueron victoriosos, particularmente el doble decenio de dictadura militar que acabó en 1985 y que, dado el permanente descontento castrense con la administración de Lula, no se puede asegurar que una acción militar no suceda otra vez, antes de las elecciones presidenciales programadas para 2026.

Carlos Antonio Carrasco es doctor en Ciencias Políticas y miembro de la Academia de Ciencias de Ultramar de Francia.

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De lo maquínico a informacional

/ 17 de enero de 2025 / 06:00

El siglo XX presenció la evolución de la máquina en la vida urbana. Sin embargo, a finales de ese mismo siglo, se produjo una importante transformación con su ingreso a la ciudad informacional. Esta transición no relegó a la máquina industrial, sino que la transformó en una herramienta computarizada, perfeccionando así su funcionalidad tecnológica.

Las grandes ciudades, o metrópolis, hoy experimentan la era de innovación. El desarrollo de las fuentes de valor productivo ha evolucionado del poder mecanizado al poder de producción computarizado, consolidando el ingreso de lo digital como fuente de valor y poder de lo digital. Este proceso de reestructuración tecno-económica dotó a la ciudad contemporánea de una infinidad de nuevas funciones y marcó el inicio de la sociedad informacional.

De esa manera, la ciudad de hoy se encuentra inmersa en un proceso de reestructuración tecnológica que le otorga nuevas funciones contemporáneas. Un claro ejemplo es la transición que tuvo la vida urbana de la era maquínica a la informacional. La primera, la abordamos en un artículo anterior sobre la película Metrópolis (1927). Mientras que hoy nos referimos a la ciudad informacional actual, impulsada por la tecnología digital. Esta evolución busca el perfeccionamiento de la producción industrial, esencialmente por estar respaldada por la programación digital, lo que ha contribuido a su competitividad y su conversión en la fuente de riqueza de la producción.

La revolución de la tecnología informacional es una realidad inobjetable, evidenciada en la investigación de puntos estratégicos para el futuro de la ciudad. Este estudio ha llevado a las empresas digitales a concentrarse en el Silicon Valley, el centro urbano simbólico donde se asientan las empresas tecnológicas informacionales más importantes del planeta.

Silicon Valley, como sede internacional de la alta tecnología digital, reúne centros de innovación tecnológica y programación digital como Apple, Google, Microsoft y Facebook, entre otros. Este enclave, creado en Estados Unidos, desarrolla los nuevos programas tecnológicos para la población global.

Sin embargo, Silicon Valley no solo es eso, sino que también representa la nueva dirección de la vida del habitante contemporáneo, intrínsecamente ligado a lo tecnológico. Esta “ciudadela” aglutina centros digitales, cuya creatividad se convierte en la fuente imaginativa y productiva de los programas de la era informacional. Un hecho que reafirma que la tecnología es el sistema digital del presente y seguramente del futuro; por lo tanto, forma parte integral de la mayoría de las industrias en las grandes ciudades.

En definitiva, la tecnología digital ha trascendido la vida del habitante del planeta, que ahora funciona dentro de una vida en red, una cualidad caracterizada por la interacción de la técnica y la tecnología. Esta última transforma diariamente la existencia del ser humano a partir de la consolidación de lo informacional y tecnológico en la vida contemporánea.

Cabe recordar que, en el siglo XXI, las ciudades demuestran que el nuevo mundo urbano demuestra que el movimiento dual del habitante requiere una formación inclusiva técnica y tecnológica en su conocimiento.

Para terminar, es evidente que hoy lo informacional —que se asentó en las últimas décadas del siglo XX— forma parte del vivir y del trabajar del habitante contemporáneo. Por todo ello, se podría hasta afirmar que la creatividad se convierte en una fuerza productiva cuando se integra a la era informacional digital.

Patricia Vargas es arquitecta.

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Autodeterminación y soberanía

/ 16 de enero de 2025 / 06:02

La autodeterminación y la soberanía son principios que delimitan y definen las relaciones internacionales de los estados miembros de la ONU, es decir de un Estado y gobierno con los estados y gobiernos.

La autodeterminación es la facultad que tienen los pueblos de elegir su propio gobierno sin injerencia externa.

La manifestación del soberano está definida constitucionalmente en el sistema y forma de gobierno de cada Estado o República, es decir en la elección de las autoridades, en la conformación de los poderes públicos. La autodeterminación y la soberanía no está condicionada a ser validada por otro Estado u organismo internacional como legítima, el pueblo que es el depositario de la soberanía no tiene la condición de esclavitud para pedir autorización a su manifestación soberana.

La autodeterminación y la soberanía son conquistas de las luchas de los pueblos, no son derechos adquiridos, por ello mismo son requisitos de existencia de los estados independientes, que no se agota en la enunciación constitucional, sino en el ejercicio pleno.

El valor de la autodeterminación y la soberanía no reside en el principio de no injerencia, sino en el sentido de tutela y propiedad que tienen algunos estados que son el centro hegemónico del sistema imperial, estos estados —americanos y europeos— consideran sus áreas de influencia y seguridad interna a los estados de la periferia, entre los que están Centro América y América del Sur.

EEUU post Segunda Guerra Mundial se arrogó el derecho de intervenir estados e imponer gobiernos con la impunidad que otorgaba su rol hegemónico en el Consejo de Seguridad de la ONU, de la OEA, el control y despliegue militar de la OTAN, tener centenas de bases militares en varios países de los cinco continentes, ser los rectores del FMI, el BM y del Wall Street.

No fueron los que derrotaron al nazismo ni al fascismo europeo, por el contrario, importaron a nuestro continente para imponerlo en la segunda mitad del siglo XX a través de los golpes de Estado organizados por el Departamento de Estado, impusieron gobiernos militares con característica de regímenes fascistas y nazistas.

Ninguno de los gobiernos militares de facto fue hostigado o bloqueado, por el contrario, fueron reconocidos de forma inmediata y avalados en los organismos internacionales como la ONU y la OEA con el padrinazgo imperial.

Fueron décadas de violación sistemática de la autodeterminación y de la soberanía con la complicidad subordinada de las élites militares, políticas, económicas e incluso religiosas de la región.

La derrota a la dictadura militar, la conquista e institucionalización de la democracia como forma de gobierno implicó recuperar la autodeterminación y la soberanía, pero no implicó impedir la injerencia imperial, por el contrario, fueron los tiempos de las “democracias controladas” con las élites multipartidarias subordinadas incondicionalmente al tutelaje del norte.

La ruptura temporal con el tutelaje en la región se inauguró con la oleada continental a finales del siglo pasado con el movimiento y gobierno liderado por Hugo Chávez y los gobiernos antiimperialistas, de izquierda y progresistas de la región de Centro y Sud América.

Los golpes de Estado parlamentarios, judiciales, militares y el no reconocimiento a gobiernos electos democráticamente son el instrumento que utiliza el patrón del norte para acorralar a la oleada continental.

EEUU con la coreografía de la UE y los gobiernos de la región en un acto propia de soberbia de la extrema derecha desconocen la autodeterminación y soberanía del pueblo bolivariano de Venezuela, se arrogan el papel de tutelaje de la soberanía al querer revisar las actas electorales y sin ruborizarse toman juramento a presidentes de Walt Disney —Guaidó y González— reconocen a Mickey Mouse, Tom y Jerry como sus embajadores, los reciben en sus palacios de gobierno sin mayor argumento que la utilización de frases y adjetivos.

La autodeterminación y la soberanía tiene valor en el ejercicio pleno estatal, gubernamental y social, la diferencia está en la cualidad política e ideológica de subordinación o liberación de las autoridades y del pueblo.

Tener derechos enunciados no te otorga el cumplimiento de los derechos, ejercerlos es siempre afrenta al poder, ese es el momento de quiebre, sintetiza la sensación termina del tiempo político, de los actores y de las implicancias para la vida de los hombres y mujeres que habitamos un país.

César Navarro Miranda es exministro, escritor con el corazón y la cabeza en la izquierda.

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‘Marcha por la pedofilia’

/ 16 de enero de 2025 / 06:00

Esta semana se inició con la llegada a la sede de gobierno, La Paz, de miles de seguidores del expresidente Evo Morales y que derivó en enfrentamientos con la policía, gasificaciones y detenciones. Fue llamada “la marcha por la vida” por quienes recorrieron los 85 kilómetros desde la localidad de Patacamaya y “marcha en defensa de la pedofilia” por el ministro de Gobierno, Eduardo del Castillo. En realidad, ¿a quién, de ambas partes, les importa los abusos sexuales a menores de edad? ¡Ja!

Es evidente que se trata de una movilización política para hacer posible la candidatura de Morales en las elecciones generales de 2025 o, al menos, que se deje de lado lo que llaman “persecución judicial” contra él por un, supuesto, caso de trata cometido contra una adolescente con la que él habría tenido relaciones cuando era presidente y, luego, cuando renunció forzado y se fue del país a Argentina, a donde ella le habría acompañado. Fruto de esa relación habría nacido una niña.

Lo cierto, también, es que lo más probable es que este proceso judicial no tendría sentido y quedaría en el olvido si él no insistiera en ser candidato, al margen de lo que digan las leyes; aunque, éstas son muy permisivas, como la Ley 603 que permite el matrimonio o unión libre a los 16 años. Allí ya no hay delito, si la menor de edad quiere, los padres lo permiten y se celebra un matrimonio o se registra la unión libre ante oficial de Registro Cívico ¿Qué edad tenía la supuesta pareja conviviente de Evo? Se entiende que ella quería y sus progenitores, encantados, pese a los 60 años de él ¿Ella 15 o 16? Legal o ilegal, el asco por la diferencia de edad y el poder ejercido es el mismo.

A principios de año, la Fiscalía informó sobre los casos de violencia registrados en 2024, habiendo 2.696 violaciones sexuales a niño, niña o adolescente (93 menos que el año anterior) y 1.864 casos de estupro (con un incremento de 55 víctimas). En suma 4.560 personas menores violentadas sexualmente sobre las que poco o nada se hace, por las que nadie marcha y por las que no se aplican políticas serias.

En junio de 2024, la Defensoría del Pueblo informaba que en los últimos diez años se tenían registrados 4.804 matrimonios en los que las mujeres eran adolescentes de entre 16 y 17 años, que estarían permitidos por la Ley 603; mientras que había otros 487 casos de niñas entre 12 y 15 años, lo que sí constituyen un delito ¿De qué edad eran los maridos? De ello no habla esta cuestionable ley, habría que establecer un máximo de 5 años de diferencia, por ejemplo. Porque con más años hay una relación desigual de madurez y experiencia que deriva necesariamente en situaciones de abuso, señores, por eso.

Pero el dato más real de la situación la da el Ministerio de Salud y Deportes: de 2015 a septiembre del 2023 se registraron 458.246 embarazos en niñas y adolescentes ¡Medio millón! en un país de 12 millones ¿Cuántos fueron producto de violaciones y estupro? Por las edades, una buena parte.

Basta ¿no? ¡Basta de utilizar políticamente las situaciones de abuso y violencia! En este caso contra menores de edad. Si de verdad quieren hacer algo, modifiquen la ley 603, persigan y sancionen seriamente a los violadores, trabajen en cambiar estructuras mentales sociales que ven con normalidad que una niña o adolescente trastoque su vida con un embarazo o un marido que condiciona el resto de su existencia.

Es tan bajo quien protege o disculpa a quien ha cometido un delito como quien usa ese hecho en su provecho, al margen de la víctima.

Drina Ergueta es periodista y antropóloga.

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La estabilidad exige pacto público-privado

/ 15 de enero de 2025 / 06:05

Las empresas son duramente golpeadas por una crisis casi ineludible. La demanda interna se desacelera, y con ella, las ventas privadas. La inflación tiene como origen la elevación de los costos de importación —a causa de la escasez de dólares— dado que las empresas trasladan este incremento a los consumidores. Otras empresas se han visto obligadas a resignar menores ganancias o incluso sufrir pérdidas. La cadena logística para el aprovisionamiento de bienes y suministros se ha vuelto toda una vía crucis. La escasez de combustibles amenaza con la continuidad normal de los ciclos productivos. Los costos de los materiales de construcción están por las nubes. Algunas empresas ya se sienten al borde de la quiebra, otras optaron por reducir sus costos de manera extrema, se endeudaron o cambiaron de rubro, para no cerrar.

Pero, las realidades empresariales no son todas iguales. Mientras una gran mayoría afronta los embates de los desajustes macroeconómicos con valentía, un reducido grupo de empresarios, principalmente exportadores, hoy viven lo que podría considerarse un periodo de mini bonanza. Se benefician ampliamente de las subvenciones estatales, de la suba del dólar paralelo que ha elevado sus ingresos contables en un 90% y de las recientes deducciones impositivas concedidas por el gobierno.

El gobierno, por su parte, denuncia una guerra especulativa motivada por un trasfondo político que buscaría sabotear su gestión. El año comienza con más desconfianza y fricciones entre ambos sectores. Lo cierto es que el gobierno ha perdido su capacidad de estabilizar la economía por cuenta propia y ha cedido este rol tan importante al mercado.

Desafortunadamente, el mercado no funciona eficientemente. Hoy, las leyes de oferta y demanda invitan a especular, porque los incentivos individuales no están alineados con los colectivos. Hay incentivos al acaparamiento y desvío de bienes, lo que genera desabastecimiento y escasez de alimentos y dólares.

Ello no quiere decir que todas las empresas sean especuladoras. Por el contrario, son pocas empresas, pero con un poder económico asombroso. Estos empresarios deben ser conscientes que sus acciones están dañando a sus similares. Además, está claro que más inflación afectará tarde o temprano a la competitividad del país, porque si la producción nacional se encarece será más difícil luego exportar. Una inflación más alta detonará también incrementos salariales cada vez más altos, afectando a sus propios flujos de cajas.

Pero no todo está perdido, hay señales de entendimiento. Los representantes privados han mostrado ser mucho más pragmáticos —y no dejarse llevar por ideologías— porque han asistido a las convocatorias del gobierno a pesar de las críticas de sus afiliados. También se debe ponderar la voluntad del poder ejecutivo a reunirse, aunque más que un deseo aparente, parece ser un recurso de extrema necesidad, que lo ha llevado a ceder parte de la definición de la política económica y con quienes prácticamente ha coadministrado el país en los últimos meses.

En 2024, hubo varios intentos de diálogo y coordinación entre ambos estamentos, pero el problema es que estos acuerdos han sido poco efectivos en la práctica porque no se han dado cumplimento a los compromisos asumidos. El sector privado acordó importar de forma directa combustible, pero por el momento son pocas las empresas que tramitan su autorización, aunque la cifra va en aumento. También se dotó de una ventanilla única para facilitar las exportaciones y se prometió agilizar la devolución de los CEDEIM, a las cuales no se han acogido. También se ha liberado del pago del IVA y GA para la instalación de plantas de biodiésel, pero sin repercusión ninguna. El sector público también ha fallado. Se comprometió a gestionar nuevos financiamientos externos, que aún no lo ha hecho. También aseguró elaborar un nuevo proyecto de ley de hidrocarburos que todavía se desconoce. El gabinete de turismo no avanzó en 2024 y el lanzamiento del plan de turismo para el bicentenario se hizo esperar hasta el 12 de enero. Si bien se escogió una fecha conmemorativa, como es el Día Nacional del Turismo, ¿acaso no había la urgencia de hacerlo más antes?

Para superar esta difícil coyuntura, es fundamental que se reestablezcan las relaciones entre ambos sectores. Las empresas privadas tienen que contribuir a la estabilidad de precios en lugar de alentar la especulación. Aquí un listado de roles fundamentales a desempeñar por los privados: 1) eficiencia productiva; 2) contribución al Estado; 3) sustitución de importaciones; 4) responsabilidad social; 5) respeto al medio ambiente; 6) industrialización; y 7) innovación tecnológica. El gobierno por su parte debe dejar de enfrentarse con el sector privado y escuchar más las necesidades que afrontan. Del restablecimiento de las relaciones entre el sector público y privado dependerá la estabilidad económica de 2025.

Omar Rilver Velasco es habitante del Kollasuyo, Yatiri económico y promotor del Vivir Bien.

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