Ambassador, un vehículo de culto en la India
Es un modelo basado en el británico Morris Oxford III de 1948
Es un modelo basado en el británico Morris Oxford III de 1948
Es vetusto, pesado y caro de mantener, ningún coche representa tanto la imagen de la India como el Ambassador, que se está convirtiendo en objeto de culto y opción de transporte para muchos expatriados durante su estancia en el país.
«Nos recordaba al coche de Tintín. Cuando nos enteramos de que se podía comprar de modo privado, nos decidimos (…). Y luego lo pintamos de amarillo huevo», cuenta a EFE Teresa Barbarin, una española residente en Delhi.
Nada más llegar al país, decenas de expatriados se lanzan a la captura del vetusto auto, que pintan y «tunean» con motivos personalizados —tapicería de piel, cortinas— para dar a su modelo un aspecto único y realzar su elegancia.
El Ambassador, manufacturado por la compañía Hindustan Motors (HM), es un modelo basado en el británico Morris Oxford III de 1948, de ahí sus formas largas y curvas, su aspecto robusto y el diseño añejo de faros y espejos, reminiscentes de la época colonial.
«Tiene potencia y es más seguro que otros coches, porque la carrocería tiene acero y no plástico. Los coches nuevos son mejores, pero éste es de la India y me gusta conducirlo», asevera Ajay Simon, chófer de un Ambassador violeta dotado de extras como aire acondicionado y elevalunas eléctricos.