La reunión de Consejo de Clubes de la División Profesional terminó con sangre, que brotaba de la ceja izquierda partida del gerente administrativo de Destroyers Fernando Blanco, después de una agresión con Marco Rodríguez, vicepresidente de la Federación Boliviana de Fútbol (FBF).

Todo comenzó a encenderse cuando el presidente de la FBF, César Salinas, hacía uso de la palabra. El de Destroyers, Carlos Blanco, exaltado lo increpó a gritos. Entonces se armó un bochorno en la recta final de la reunión realizada en Santa Cruz.

Salinas hacía alusión a los fallos del Tribunal Superior de Disciplina Deportiva que restaron puntos a Sport Boys y San José y a supuestas “presiones” de clubes para que actúe en consecuencia.

Entonces el de Destroyers sintió que estaba siendo aludido su club, aunque Salinas ni lo nombró, y se produjo un fuerte cruce de palabras.

En ello también “saltó” Robert Blanco, vicepresidente de la FBF, quien se puso de lado de su hermano Carlos.

En defensa de Salinas salió el otro vicepresidente, Marco Rodríguez, quien al final de la reunión tuvo un cruce duro con el de Destroyers y llegó a la gresca con Fernando, el tercero de los hermanos Blanco.

Aunque al cerrar la reunión Salinas pidió disculpas por la fuerte discusión, no pudo evitar que la sangre llegara al río.

Fernando Blanco acusó a Rodríguez de haberlo golpeado “a traición, por atrás” y lo retó a “ir afuera”. La situación no pasó a mayores. (16/11/2019)